El amor eterno de Molly | Un recuerdo inmortalizado

Hoy quiero compartir con vosotros una historia que me ha tocado el corazón.

Hace unos días, conocí a Diana, una chica valiente y a su fiel compañera de 14 años, Molly, una perrita que fue su mayor apoyo en la vida.

Su nombre, que significa «amada» y evoca la mítica hierba moly de la Odisea de Homero —una planta con raíz negra y flor blanca que protegía contra hechizos—, no podría ser más perfecto para esta dulce amiga.

Paseamos juntas por el parque, capturando momentos llenos de amor, y en varias fotos, ¡Molly parecía sonreír con una alegría que iluminaba todo! Con un cariño inmenso, esta chica quiso inmortalizar su vínculo en un momento tan delicado, sabiendo que el tiempo juntas era un tesoro.

Aunque Molly ya no está con nosotros, su amor sigue vivo en cada recuerdo. Las fotos, entregadas en una preciosa cajita de madera con tres compartimentos —uno para las imágenes, otro para el pendrive y un último para guardar los recuerdos más queridos de Molly—, son un homenaje a su amor eterno. Esta imagen, con su mano sosteniendo la patita de Molly, refleja un vínculo puro e inquebrantable.

Gracias por dejarme ser parte de estos momentos y recordarme por qué amo lo que hago: capturar momentos que guardan historias llenas de alma.